Esta iba a ser la ruta más renovable del continente y a homenajear a una civilización perdida, pero ha acabado destruyendo lo poco que sabíamos de ella

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Publicado el: 12 de febrero de 2024
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Ruta Maya

En un mundo cada día más preocupado e interesado en lo sostenible, lo renovable y todo aquello que puede ser positivo para la conservación del planeta, en muchos países se apuesta por un turismo que también lo sea, algo que está comenzando a tener además mucho éxito. Te contamos cuál ha pasado de ser la ruta más renovable del continente como homenaje a una civilización perdida pero ha terminado por destruir casi todo lo que quedaba de ella… ¡es una situación dramática!.

¿Qué significa que algo es renovable?

Los recursos descritos como renovables son aquellos recursos que la naturaleza proporciona y que no están alterados de ninguna manera por el ser humano, siendo una de sus características más relevantes el hecho de que se pueden generar de forma natural a una velocidad superior a la de su consumo.

El viento, las mareas, la radiación solar o la energía hidroeléctrica son recursos renovables perpetuos que no corren riesgo de agotarse a largo plazo, y es importante destacar que se puede definir también como recurso natural renovable algunos materiales como la madera, el papel o el cuero.

La ruta del Tren Maya, de renovable a destructora

El Tren Maya se presentaba como una ruta renovable para descubrir la espectacularidad de esa zona del Caribe, una obra emblemática llevada a cabo por el Gobierno que ha terminado por causar un terrible ecocidio en la selva húmeda, en donde ha arrasado ya con más de 10 millones de árboles, según denuncia varios activistas que han realizado un recorrido por la zona.

Roberto Rojo, miembro de la organización Sélvame del Tren en Quintana Roo, en el sureste mexicano, explicó que “Hemos estado luchando todo este tiempo y, sin embargo, hasta ahora no logramos salvar este fragmento de selva que se tiró. Calculamos que se ‘asesinaron’ más de 10 millones de árboles de una de las selvas saludables que nos quedan en México”. Biólogo y espeleólogo, Rojo habló entre la maquinaria de las obras en Playa del Carmen, una de las zonas más bonitas y turísticas del país y que cuenta con millares de plantaciones que hoy están a medio derrumbar.

La ruta del Tren Maya contempla más de 1.500 km de vías para el transporte de turistas, carga y pasajeros locales en los cinco estados del sureste del país:  Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán. Aunque en un principio la ruta iba a ser por una zona menos invasiva para ser renovable y más interesante, las autoridades decidieron cambiar el trazado para hacer que pasara por el medio de la selva, lo que supone una terrible deforestación que va a causar muchísimas pérdidas naturales.

Al ver estos cambios, numerosos grupos ambientalistas comenzaron sus protestas para evitar que el Tren Maya pasara por esos puntos y proteger así bosques, cuevas y cenotes, sobre todo el tramo que va de Cancún a Playa del Carmen y que es el que más destrozos está causando. “Nos manifestamos e hicimos un SOS muy grande para decirle al presidente y al gobierno ‘esperen, no puede ser, no podemos destruir lo poco de selva que nos queda’, pero no fuimos escuchados”, lamentó Roberto Rojo.

Los activistas aseguran que la falta de un buen plan y el desconocimiento de la zona de los responsables del trazado son los principales motivos por los que se están llevando a cabo grandes destrozos, como meter 17.000 pilotes de 1,2 metros de diámetro a 25 metros de profundidad para sostener las obras del tren… pilotes que destrozan numerosas cuevas que hay en las profundidades de esa zona. Se solicita ahora que se pare la obra, aunque ya está avanzada, pero las autoridades no se plantean hacerlo, no al menos de momento.

Una pena que con esta ruta en México no apuesten por lo renovable, como sí se hace en estas en España.