La industria aeroespacial está en evolución continua, sobre todo en los últimos años, cuando se han inventado materiales, equipos y hasta métodos que la hacen más eficiente y sostenible. Como ejemplo tenemos el futuro diseño de este motor superconductor cuyos detalles secretos te revelamos aquí.
El motor superconductor: una utopía que está por ser una realidad
La compañía Airbus, una empresa dedicada al diseño y construcción de aviones y sus motores, recientemente firmó un acuerdo con Toshiba, la organización dedicada a la tecnología, para el diseño y construcción de un innovador y nuevo motor superconductor destinado a la aviación.
Específicamente para aparatos que usan como combustible hidrógeno líquido. Esta alianza fue establecida en Tokio, capital de Japón, en el marco del evento Japan Aerospace 2024 y el mismo fue suscrito entre el Vicepresidente Senior de Airbus y el Director de Toshiba Energy Systems & Solutions Corporation.
La máquina superconductora: una forma de aviación sostenible
El hidrógeno se ha posicionado como el combustible más prometedor para la descarbonización del sector aviación con el fin de alcanzar la meta fijada para el 2050 referida a cero emisiones. Para lograr la misma, la tecnología del motor superconductor representa un punto clave para todo el sistema de propulsión.
Por otra parte, este combustible une dos factores aparentemente irreconciliables. Primero, que es de una densidad energética y calorífica muy alta y, segundo, su capacidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero casi a cero, puesto que la mayor parte de sus desechos son vapor de agua.
Además de aprovechar el hidrógeno, utilizan la temperatura que debe mantener para permanecer en estado líquido, la que alcanza los – 253 °C. como medio de refrigeración de los equipos de propulsión eléctrica en lugar de usar la típica pila de combustible, bien sea de hidrógeno u otro elemento.
De forma que este sistema criogénico es vital para la transmisión de energía eléctrica en el avión. La cual se hace, prácticamente, sin pérdidas por calor generado, que es uno de sus obstáculos que hace voluminosa la parte técnica del avión limitando su carga útil, tanto de pasajeros como de artículos.
Igualmente, se mejora, de forma muy significativa, lo concerniente al rendimiento y eficiencia energética a la vez que lo hace mucho más seguro. En otro orden de ideas, hay ciertos materiales que se convierten en superconductores cuando son enfriados a cierta temperatura como los -253 °C del hidrógeno líquido.
Por lo tanto, se puede aprovechar esta propiedad para crear e implantar imanes de mayor potencia que los actuales en la creación de una máquina para avión. Paralelamente, Airbus – Toshiba informan que la turbina superconductora que están diseñando pesa tres veces menos que las maquinarias convencionales.
Asimismo, la calificación de eficiencia energética referida al tren motriz es del 97 %. Por lo que esta maravilla será mucho más potente, pero de un tamaño menor que los tradicionales. También resultará más ligero, lo que se traduce en un gasto menor de combustible lo que ampliará la autonomía del avión.
El objetivo de esta alianza en la creación de una máquina superconductora
Los esfuerzos conjuntos van en la dirección de creación de un motor superconductor que tenga una potencia de dos megavatios y que sea de muy alto rendimiento y eficiencia. En lo referente a las perdidas, estas serán tan bajas que son despreciables por la temperatura de enfriamiento que involucran.
Como conclusión, el secreto de la creación del motor superconductor se basa en que se pensaba que era una utopía, pero con el avance de la tecnología se ha hecho una posibilidad. Tanto así que, con esta alianza entre Airbus y Toshiba, en algunos años veremos hecha realidad esta tecnología.












