Para poder cumplir con los estrictos límites de CO2 establecidos por la Unión Europea para 2025 las marcas tradicionales unen fuerzas con los fabricantes de coches eléctricos, principalmente con Tesla de Elon Musk, como una forma de evitar las multas milmillonarias que se vienen.
El CO2 se ha convertido en el enemigo común a vencer con ayuda de Tesla
Actualmente se constituyen pools entre los fabricantes de automóviles con el fin de no sobrepasar los valores límite fijados para este año y así evadir las fuertes multas impuestas por la UE.
Por otro lado, están las compensaciones que reciben como incentivo los fabricantes que mantienen bajas emisiones, siendo naturalmente los de coches eléctricos los principales receptores.
De allí que la agrupación entre fabricantes de motores de combustión y los de motores eléctricos resulte la alternativa más conveniente, y en este sentido se están constituyendo dos tipos de pools.
Perspectivas de las agrupaciones de fabricantes que se están formando
Los pools que se han constituido entre fabricantes de motores de combustión y los de motores eléctricos son con el objetivo de compensar las ventas y así tratar de cumplir con los límites de CO2, siendo estas dos agrupaciones:
- Stellantis, Toyota, Ford, Mazda y Subaru
- Mercedes-Benz, Volvo Cars y Polestar
Esto es parte de la solución para evitar el pago de multas por sobrepasar los límites permitidos que, según un documento del sector publicado en el mes de septiembre, costaría a los fabricantes millones de puestos de trabajo, contrario a lo que sucederá en este sector.
Sin embargo, hay algo más, pues de acuerdo con Stellantis, la conformación del pool con Tesla sirve para alcanzar los objetivos antes señalados pero al mismo le permitirá gestionar y optimizar los recursos disponibles.
Por su parte, Mercede Benz refiere como propósito de conformación de un pool la adaptación a los requerimientos ambientalistas y a su vez mantenerse adaptado a la transformación del sector.
Los límites fijados a los fabricantes para las emisiones de vehículos vendidos en la UE
El límite es de 115,1 gramos de dióxido de carbono por kilómetro y vehículo, pasando a ser de 93,6 gramos en este 2025 y en 2030 solo se tolerará hasta 49,5 gramos.
Los fabricantes de coches con motores de combustión se han quejado de esta acentuada reducción y han sostenido que la única manera de no sobrepasar estos límites sea a través del mantenimiento de una determinada proporcionalidad con coches eléctricos, sin embargo, los niveles de venta no cubren las expectativas.
Con el fin de no afectar a la industria ni provocar la pérdida de empleos con la imposición de sanciones multimillonarias, los factores políticos europeos han propuesto la compensación de los posibles déficits que se produzcan este año mediante la superación de las cuotas en 2026 y 2027.
La propuesta fue realizada por Robert Habeck, ministro de Economía de Alemania y miembro del Partido Verde, mientras que la «transición pragmática» ha sido apoyada por el canciller de ese mismo país Olaf Scholz y miembro del PPE, el mayor grupo político del Parlamento Europeo.
Las compensaciones empiezan a ser consideradas como un excelente negocio para las empresas que cumplan con los límites superando las cuotas y prueba de ello es la obtención de 0,3% de ingresos por parte de Volvo, así como los ingresos de Tesla que superaron los 2 mil millones de dólares.
Dos marcas alemanas no se unieron a los pool: BMW y Volkswagen, uno de los voceros de esta última explicó la decisión señalando la intención de hacerlo por su cuenta y de no hacerlo adoptarían entonces esta alternativa del fondo común.
En definitiva, la compañía Tesla propiedad del multimillonario Elon Musk es vista como el aliado perfecto para conformar un pool que permita superar las condiciones de exigencia de no emisión de CO2 para evitar sus nefastas consecuencias, pero principalmente para no pagar multas millonarias.













