Durante años, el foco de la sostenibilidad se puso en los autos eléctricos o en los aviones de bajo consumo. El mar, en cambio, parecía haber quedado totalmente apartado, como si fuera demasiado grande o demasiado complejo para cambiar. Pero esa visión empieza a quedar atrás. Una nueva generación de ingenieros y startups está decidida a electrificar también los océanos, convencida de que la transformación verde no puede dejar ningún sector fuera. Hoy, el transporte marítimo es una de esas industrias que parece que se está transformando por completo.
Un cambio que la industria no puede postergar
El comercio mundial depende de miles de buques que surcan los mares a diario, moviendo el 90% de los productos que circulan en el planeta. Y aunque las normativas ambientales son cada vez más exigentes, el sector marítimo sigue rezagado. Las emisiones de CO2, los vertidos y el uso intensivo de combustibles fósiles son parte de una rutina que parece difícil de romper.
Sin embargo, los avances tecnológicos están empezando a abrir una puerta que hasta hace poco parecía cerrada. La llegada de motores eléctricos, baterías de alta capacidad y software de gestión de energía está cambiando la forma en que se diseñan y operan los barcos. Lo que antes era algo totalmente impensable como un carguero movido por energía limpia, ahora empieza a verse como una posibilidad real. En los últimos años, las compañías empezaron a probar sistemas híbridos y propulsión asistida por viento. Pero faltaba que alguien haga lo que Tesla hizo en las rutas.
La startup británica que quiere electrificar los océanos
En ese escenario aparece Windship Technology. Se trata de una empresa británica que busca transformar por completo la industria naval. En lugar de hacer pequeños ajustes sobre diseños antiguos, su propuesta es más ambiciosa. Hablamos de reinventar el barco desde cero para lograr emisiones cero. Su proyecto combina tecnologías en un mismo sistema. Cuenta con la integración de motores eléctricos apoyados por diésel, un sistema de captura de carbono y un software de navegación inteligente.
Pero lo más llamativo parecen ser sus velas. No las tradicionales, sino mástiles de hasta 48 metros con tres alas móviles que se ajustan automáticamente para aprovechar la fuerza del viento. Estas estructuras convierten la energía eólica en un apoyo fundamental para la propulsión del barco. De esta manera, se disminuye el uso del motor y por lo tanto, las emisiones.
Varios expertos ya comparan este proyecto con Tesla. No solo por la innovación tecnológica sino por el enfoque que cambia la forma de ver la navegación marítima. Windship quiere crear una nueva industria. El desafío es enorme pero su modelo podría cambiar por completo las cosas.
La carrera por el «Tesla del mar»
Mientras Windship se centra en el transporte de carga, otras empresas apuntan a otro nicho. El del ocio y la navegación recreativa. Una de ellas es Arc Boats, una startup estadounidense que desarrolla embarcaciones eléctricas de alta gama, diseñadas para ofrecer principalmente potencia, diseño y tecnología sin emisiones. Aunque estos proyectos son distintos comparten un mismo objetivo. El de la electrificación del agua y demostrar que la sostenibilidad es rentable.
Durante mucho tiempo los mares fueron vistos como espacios totalmente ajenos a la innovación tecnológica. Pero los tiempos están cambiando por completo. Empresas como Windship o Arc Boats están dejando en evidencia que la movilidad eléctrica también puede estar en los océanos. Estos proyectos podrían cambiar por completo la industria naval. Estaríamos hablando de menos emisiones para el planeta y un transporte marítimo más eficiente y moderno. Tesla demostró que la revolución energética empieza con una idea. Esta vez, la idea navega por los mares.
