A la Tierra está llegando una sorprendente cantidad de rayos cósmicos pero uno de los problemas con esto es la forma como están llegando. Vamos a revisar para ver qué está pasando.
El bombardeo de la Tierra no se detiene por nada: Toma precauciones
Hasta ahora nunca el planeta había estado expuesto a tal cantidad de rayos cósmicos con una considerable magnitud energética. Solo falta por ver si el campo magnético terrestre actúa como un auténtico manto protector frente a una extraña fuente de radiación.
Dependerá de la calidad de este campo el impacto de este bombardeo sobre la salud humana, así como el nivel de interferencia sobre las comunicaciones y la seria afectación de la infraestructura tecnológica.
A estas preocupaciones se suma el desconocimiento de la fuente de este mayor masivo bombardeo de radiaciones cósmicas de la historia de la humanidad, pues los astrónomos no tienen conocimiento certero sobre qué y desde dónde están llegando.
Por lo tanto, el problema no es solo los daños que estas radiaciones podrían causar en el cuerpo humano, incluyendo la influencia cancerígena, sino de donde provienen y cómo están constituidos tales bombardeos.
Es un misterio de dónde vienen y cómo están llegando a la Tierra
Ha habido un avance al detectar ráfagas veloces de radio o FRB (siglas en inglés) provenientes de una constelación galáctica muerta en su totalidad desde hace mucho tiempo. Pero es extraño que estas ráfagas emanen de una galaxia antigua ya desaparecida, pues este tipo de radiaciones generalmente proceden de regiones con objetos cósmicos jóvenes.
Estas FRB fueron detectadas entre febrero y julio de 2024 por el telescopio CHIME de Canadá, el cual hizo posible la detección de 22 de estas ráfagas, de las que fueron captadas 6 a través de otro telescopio auxiliar y esto sirvió para validar la recolección de pruebas.
Las FRB constituyen erupciones de alta intensidad de ondas de radio con una duración muy corta, incluso milisegundos, como es el caso de GLEAM-X J0704-37 que se producen dentro de un periodo de 2,9 horas con una duración de un minuto aproximadamente.
En cambio otras FRB son de una duración extraordinariamente breve, casi nada, pero resultan constantes temporalmente; de allí que aparte del origen desconocido otro de los inconvenientes que plantea este tipo de emisiones cósmicas es su alta variabilidad.
Son viejos visitantes pero ahora son vistos como desconocidos intrusos
Desde su formación la Tierra había venido siendo bombardeada por toda suerte de FRB sin ningún tipo de consecuencia debido a las características no lesivas y al manto protector que rodea al planeta en forma de campo magnético.
No obstante, existe preocupación por el origen desconocido que tienen algunas de estos rayos cósmicos, especialmente aquellos que proceden misteriosamente de una galaxia que se cree muerte desde hace muchos años.
A través de un estudio en el que se tendieron líneas dirigidas al horizonte los astrónomos trataron de dilucidar el origen de las emisiones y luego de finalizada la investigación llegaron a la conclusión que las FRB emanaban de una galaxia con una edad de 11 mil millones de años, lo que se supone 2 mil millones de años después del Big Bang.
Aunque la edad del universo siempre ha sido materia de debate, no quedan dudas de que la galaxia de donde proceden las FRB que están llegando es bastante vieja y esto no es normal, lo que ha despertado la curiosidad de los astrónomos.
En conclusión, se espera que el campo magnético de la Tierra siga funcionando como un manto protector frente a los millones de rayos estelares ultrapotentes que como amenazantes chorros cósmicos bombardean continuamente al planeta, pero ya se empieza a hablar de galaxia zombi.








