España y Europa intentan salvar el planeta: Al otro lado del mundo podría ocurrir la peor tragedia

Imagen autor
Publicado el: 24 de noviembre de 2025
Síguenos
tragedia-México

Europa y España se han puesto metas muy altas para ayudar a nuestro planeta. Están intentando reducir las emisiones y dar el ejemplo al mundo, invirtiendo miles de millones para salvar el planeta de una catástrofe. Su mensaje es que debemos actuar ahora para proteger el medio ambiente, pero la realidad es que, a pesar de estos esfuerzos, una tragedia ambiental silenciosa está ocurriendo ahora mismo en un ecosistema que es vital para la supervivencia y alimentación de un país entero. Veamos de qué se trata.

Una tragedia que parece inevitable

Siempre escuchamos que debemos cuidar nuestro planeta, pero es una ironía que, mientras se lucha contra el calentamiento global, se ignora una contaminación que está matando el mar día tras día, pero ¿De qué lugar se trata? Es una zona crucial para la pesca, la alimentación y la biodiversidad que está siendo lentamente, pero sin pausa, asfixiada por el crudo.

La situación es realmente lamentable, los pescadores, ya no sacan en sus redes el alimento de antes, pues en lugar de peces y camarones, ven cómo sus redes se llenan de negrura y aceite espeso. Es un desastre lleva décadas ocurriendo, pero lo más indignante es que es constantemente minimizado y ocultado por las empresas petroleras que lo causan, asegurando que se trata de algo «natural».

La peor tragedia ignorada está ocurriendo en el Golfo de México, también conocido como el acuario del mundo, donde el petróleo se derrama de forma crónica y silenciosa. Pescadores y científicos denuncian que Pemex (la petrolera estatal) está ocultando derrames gigantes, dejando en «estado agónico» a ecosistemas vitales como la Laguna de Términos y a 80 000 pescadores que dependen de ese mar.

Un mar de muerte silenciosa

Los fondos marinos están cambiando con tecnologías maravillosas, pero lo que veremos a continuación, no tiene nada bueno. Para miles de pescadores en lugares como Campeche y Tabasco, el mar ya no es fuente de vida. Pescadores como Elías Naal han visto manchas de petróleo de kilómetros y kilómetros de extensión que parecen llenar el mar entero. Lo peor es que estos derrames no son eventos aislados, son un problema que lleva años empeorando.

La contaminación ha hecho que la pesca caiga drásticamente, de hecho, los pescadores aseguran que su producción ha disminuido hasta un 40% en solo cinco años. Especies valiosas como el camarón rosado, la mojarra o el atún, de las que dependen 80 000 familias, están cada vez más ausentes, dejando a las comunidades en una crisis económica y ecológica.

La mentira de las «chapopoteras» y la impunidad

El problema se hace mucho más grave porque la petrolera del gobierno, Pemex, no cumple con su deber de avisar cuando hay derrames. Cuando los pescadores denuncian que vieron grandes manchas de crudo, la empresa siempre usa la misma excusa: dice que son «chapopoteras» (escapes naturales de petróleo), pero los científicos, usando imágenes de satélite, han probado que esto no es cierto.

Entre 2018 y 2024, los expertos detectaron manchas de petróleo en 74 de 79 meses, mientras que las autoridades solo registraron derrames en 30 meses. Esto confirma que los derrames son industriales y se están escondiendo, por ejemplo, el grave derrame de Ek-Balam en 2023 fue minimizado por Pemex, pero los científicos calcularon que fue entre 10 y 200 veces más grande de lo que dijeron.

No podemos negar que el Golfo de México es un lugar hermoso y muy valioso, un camino por donde pasan miles de especies, pero los derrames de petróleo lo están debilitando tanto que ya no puede resistir bien ni siquiera los huracanes. El negocio petrolero avanza sin castigo y está destruyendo la capacidad del mar de darnos comida. Mientras en otros lados se discute cómo salvar el planeta en México, la tragedia ambiental ya está sucediendo hoy en la costa, poniendo en peligro la vida de miles de familias y a un ecosistema que está a punto de colapsar, tal como sucedió con este curioso aerogenerador.