Los coches de combustión están más que defenestrados en nuestro continente, pero ¿y si te decimos que la Unión Europea se está planteando volver a incentivar su uso? Han visto cómo funcionan los eléctricos —junto con los problemas que están dando, todo sea dicho— y ahora acaban de comprobar el motivo por el que esta empresa rechaza al hidrógeno para sus camiones. ¿Qué sucederá a partir de ahora? El debate está abierto.
¿Llegaremos a 2050 sin coches de combustión? El giro inesperado que no lo deja claro
En el 2023, el Parlamento Europeo anunció con pompa la prohibición de coches de gasolina y diésel a partir de 2035. Sin embargo, la realidad se torna más compleja. Un reciente estudio revela que, en 2050, los motores tradicionales seguirán dominando el parque automotor global con un 67 %.
La pregunta surge de forma ineludible: ¿fracasaremos en alcanzar nuestro objetivo? Para ese mismo año, se pronostica que los vehículos eléctricos de batería (BEV) liderarán las ventas con un 56 %, seguidos de los coches de combustión interna (ICE, con un 18 %). ¿Te imaginabas que pudiera ser así?
Casi por sorpresa (o por decepción, para ser más claros), los impopulares motores térmicos persistirán como la opción más extendida a nivel mundial. Lo harán incluso después de la supuesta transición hacia lo totalmente eléctrico, algo que desde ciertos partidos comunitarios han comenzado a dudar.
La Unión Europea es clara: los coches de combustión son los únicos que cumplen los objetivos
Contrariamente a las expectativas, el informe del Tribunal de Cuentas de la UE revela una dura verdad: la contaminación derivada de los vehículos convencionales no disminuye en la UE. A estas altura, conocerás las ambiciones declaradas para lograr coches con cero emisiones en 2035.
Sin embargo, la mayoría de los vehículos que circulan por las carreteras europeas emiten la misma cantidad de dióxido de carbono que hace una década. La institución señala que los vehículos convencionales representan tres cuartos de las nuevas matriculaciones, con emisiones estancadas en los últimos diez años.
Mientras las emisiones de vehículos diésel se mantienen constantes, las de gasolina apenas caen un 4,6 %. El progreso tecnológico choca con vehículos más pesados y motores potentes, contrarrestando cualquier avance. Además, los auditores alertan sobre la falta de precisión en los tests de emisiones.
Esta situación se da especialmente para vehículos híbridos, cuyas emisiones reales superan las registradas en el laboratorio. En este escenario, solo los vehículos eléctricos parecen contribuir significativamente a la reducción de la contaminación derivada de los coches.
¿Qué podría suceder a partir de ahora? Las previsiones que han hecho los expertos
A pesar de las políticas destinadas a impulsar los coches eléctricos, Europa contempla la posibilidad de revertir la prohibición de los coches de combustión en 2035. El Partido Popular Europeo propone esta medida, marcando un cambio radical en la política de la UE liderada hasta ahora por la presidente Ursula von der Leyen.
Este giro propuesto generaría un impacto directo en la prohibición de los motores de combustión interna. El Partido Popular Europeo, del cual von der Leyen es miembro, votó en contra de la medida en 2022 cuando fue presentada en el Parlamento Europeo.
La posibilidad de revertir la prohibición plantea interrogantes sobre la coherencia y el compromiso real de la UE con la descarbonización. De hecho, recuerda que el Ejecutivo está ahora en manos del mismo partido, pero von der Leyen tiene una fuerte convicción ecologista, algo que cambiaría en su formación.
Imagínate que, después de todo el polvo que se ha levantado, las subvenciones que se han concedido y la polémica que se ha creado, la Unión Europea volviera a apostar por los coches de combustión. En realidad, no creemos que lleguen hasta ese punto (sería algo demasiado extremo e incluso contraproducente). No obstante, nos esperamos casi cualquier cosa visto cómo estos vehículos del futuro van a llegar a nuestras carreteras.













