Ford da marcha atrás en su apuesta por los vehículos eléctricos. La compañía ha anunciado un giro radical en su estrategia y dejará de producir varios vehículos eléctricos de mayor tamaño, debido a una demanda menor de la esperada como consecuencia de las políticas de Trump, que ha penalizado las ventajas fiscales que anteriormente gozaba la industria para potenciar los coches ecológicos y ha relajado las normas sobre emisiones.
Ante el cambio radical de la planificación, Ford asumirá un cargo extraordinario en sus cuentas de 19.500 millones de dólares. Las acciones suben un 2% en las operaciones posteriores al cierre de Nueva York.
Cómo afecta el giro de Ford a los vehículos eléctricos
Ford anunció este lunes que dará marcha atrás en sus planes de desarrollo de vehículos eléctricos (VE), con un coste de 19.500 millones de dólares que incluirá en su mayor parte en la cuenta de resultados del último trimestre del año, y que transformará sus plantas de VE en EE.UU. para fabricar híbridos y automóviles de gasolina.
Ford también dijo que ha dejado de fabricar la camioneta ‘pick-up’ eléctrica F-150 Lightning, que se convirtió en uno de los modelos insignia de su programa de transformación hacia los VE, y que cancela la planeada producción de una furgoneta eléctrica para Europa.
«La empresa se está orientando hacia oportunidades de mayor rentabilidad, entre ellas aprovechar su base industrial en EE.UU. para ampliar su gama de camiones y furgonetas y lanzar un nuevo negocio de almacenamiento de energía en baterías de alto crecimiento«, explicó la compañía en un comunicado.
La caída de la demanda obliga a Ford a rectificar
Ford añadió que esta reorientación, que le aleja de los vehículos eléctricos, es fruto de una demanda menor de lo esperado, elevados costes de producción, así como «cambios normativos«.
Desde su llegada a la Casa Blanca en enero de este año, la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, ha puesto en marcha políticas opuestas a los vehículos eléctricos.
A finales de septiembre canceló los créditos fiscales que promovían la venta de VE y recientemente anunció cambios en los estándares de consumo de gasolina, con el apoyo de los fabricantes de automóviles, incluido Ford, para dejar de incentivar la transición hacia automóviles eléctricos.
La compañía aseguró que «este enfoque prioriza la asequibilidad, la variedad de opciones y la rentabilidad» y permitirá que Model e, la unidad de Ford dedicada al desarrollo y producción de vehículos eléctricos, sea rentable en 2029.
La unidad ha generado grandes pérdidas desde que la compañía decidió separar sus operaciones en tres unidades: vehículos eléctricos, vehículos de gasolina y vehículos comerciales.
Transformación industrial: de plantas eléctricas a híbridos y gasolina
Con el nuevo planteamiento, para 2030, alrededor del 50 % de toda su producción global será de híbridos, vehículos eléctricos y vehículos eléctricos de autonomía extendida. Este último tipo de vehículos son automóviles que se mueven con motores eléctricos, pero que incorporan un pequeño motor de combustión interna para generar electricidad cuando se acaba la carga de la batería.
Estos cambios supondrán que las plantas estadounidenses dedicadas ahora a VE modificarán sus productos. BlueOval City, en Tennessee, se dedicará a la fabricación de nuevas camionetas de gasolina, mientras que la planta de montaje de Ohio fabricará furgonetas de gasolina e híbridas.
Además, Ford lanzará un nuevo negocio de baterías para almacenamiento de energía dirigido a empresas, aprovechando la infraestructura y tecnología que había desarrollado para la producción de baterías para VE.
«Se trata de un giro impulsado por los clientes para crear una Ford más fuerte, más resiliente y más rentable», afirmó el presidente y consejero delegado de Ford, Jim Farley.
Ford también dijo que ahora prevé terminar 2025 con unas ganancias antes de intereses e impuestos (ebit) de hasta 7.000 millones de dólares, mejorando sus anteriores previsiones. Seguir leyendo en ECOticias.com / EFE













